Día del niño.

"Siempre tratamos de hacer que nuestros niños se nos parezcan, sin saber que, en realidad, deberíamos esforzarnos para parecernos a ellos. 
Para los adultos, la educación es unilateral, de arriba hacia abajo (los grandes enseñan a los más pequeños), cuando debiera ser también de abajo hacia arriba. Nada enseña más a un adulto que pasar un rato conversando y jugando con un niño. 
Ellos son los mejores maestros que podemos tener.
Ellos nos enseñan a ver la felicidad en las pequeñas cosas.
A disfrutar la vida tras un helado de chocolate.
A jugar sin necesitar más que su imaginación.
A ser principes y princesas, a perseguir tesoros y castillos, a ganar batallas y rescatar sueños.
A querer a todas las personas, sin importarles cuánto tienen, qué apellido portan, o qué piensan.
A cantar, a bailar, a moverse con ganas y fuerza.
A abrazar y a caminar de la mano.
A no tener dobles intenciones.
A decir la verdad; a llorar cuando duele, y a reír cuando alegra.
A ser sinceros y espontáneos.
A tener ganas de salir a vivir cada nuevo día.
A amar sus creaciones, sus dibujos de rayitas y palitos, sus garabatos de acuarelas, sus orgullosos corazones.
A no tener pasado ni futuro... a vivir cada instante en presente". Daiana Slipak

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