miércoles, 26 de agosto de 2015

Encajar lo que no es

Cuando tratamos de encajar piezas de rompecabezas diferentes, cuando intentamos forzar aquello que no es... que no entra, que no sirve... allí es cuando duele. 
Es como obligar a los pies a caminar con zapatos de talles más pequeños. El apriete, tarde o temprano, termina llenando nuestro cuerpo de callos y lastimaduras. Termina haciendo que cada paso sea lleno de dolor y de tristeza. 
Nadie nos lastima. Somos nosotros quienes intentamos meternos dentro de situaciones que no tienen espacio para contenernos. Que nos aprietan, y que limitan nuestro potencial para andar. Y, como sucede cuando algo es muy forzado y se trata de encajar a la fuerza... nos lastimamos y terminamos rompiendo nuestro corazón en mil pedazos.
Quizá sea el capricho, quizá sea el amor por viejos objetos que ya no son para nosotros, quizá sea el miedo a no encontrar alguno adecuado... pero de nada sirve mantener situaciones, personas, y cosas que no nos dejan expresarnos en todo nuestro potencial.
Daiana Slipak



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dolor

La única forma de sanar el dolor es entendiendo que él vino a tu vida a traerte un aprendizaje. En el preciso instante en el que logramos en...