Cuando tratamos de encajar piezas de rompecabezas diferentes, cuando intentamos forzar aquello que no es... que no entra, que no sirve... allí es cuando duele.
Es como obligar a los pies a caminar con zapatos de talles más pequeños. El apriete, tarde o temprano, termina llenando nuestro cuerpo de callos y lastimaduras. Termina haciendo que cada paso sea lleno de dolor y de tristeza.
Nadie nos lastima. Somos nosotros quienes intentamos meternos dentro de situaciones que no tienen espacio para contenernos. Que nos aprietan, y que limitan nuestro potencial para andar. Y, como sucede cuando algo es muy forzado y se trata de encajar a la fuerza... nos lastimamos y terminamos rompiendo nuestro corazón en mil pedazos.
Quizá sea el capricho, quizá sea el amor por viejos objetos que ya no son para nosotros, quizá sea el miedo a no encontrar alguno adecuado... pero de nada sirve mantener situaciones, personas, y cosas que no nos dejan expresarnos en todo nuestro potencial.
Daiana Slipak
miércoles, 26 de agosto de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Dolor
La única forma de sanar el dolor es entendiendo que él vino a tu vida a traerte un aprendizaje. En el preciso instante en el que logramos en...

-
NO ME HE IDO. Cerca, bien cerca. Estoy... en algún lugar estoy. No puedes tocarme asi como no se puede tocar el amor... pero si puedes s...
-
"RECUÉRDAME Cuando veas que la rutina se apodera de mí, no me dejes terminar los días. Que no pasen sin intentar ser feliz, sin haber c...
-
"A Sísifo lo condenaron a un tremendo castigo... Tenía que subir todos los días una enorme piedra por una montaña. Cuando terminaba s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario