"¿Por qué nos resulta tan difícil saber si es amor?, preguntó un hombre.
Y Menjak le contestó:
En la elección de una pareja cuesta diferenciar de dónde vienen las emociones. Generalmente, están entremezclados los dictados del alma con las pasiones del ego.
Cuando el alma percibe alguien que añadiría luz a sí misma y al mundo, es cuando lo vuelve foco de amor.
Cuando el ego percibe alguien que a...ñadiría poder a sí mismo, es cuando lo vuelve foco de deseo.
El deseo y el amor están tan entremezclados, que cuesta mucho diferenciar qué es qué.
Sin embargo, no son lo mismo.
Si te preguntas por qué deseas estar con aquella persona, y lo que recibes como respuestas está relacionado con lo que recibes a cambio, como por ejemplo, status, seguridad financiera, o comodidad, entonces, se trata de deseo del ego. En cambio, si la respuesta está asociada con aquello que puedes dar, crecer, aprender, brindarte, construir... se trata de amor.
Recuerda, dijo Menjak: el amor no mide aquello que brinda, sino que, como la llama de una vela, al compartirse, multiplica su propia luz cada vez más y más". Daiana Slipak
Y Menjak le contestó:
En la elección de una pareja cuesta diferenciar de dónde vienen las emociones. Generalmente, están entremezclados los dictados del alma con las pasiones del ego.
Cuando el alma percibe alguien que añadiría luz a sí misma y al mundo, es cuando lo vuelve foco de amor.
Cuando el ego percibe alguien que a...ñadiría poder a sí mismo, es cuando lo vuelve foco de deseo.
El deseo y el amor están tan entremezclados, que cuesta mucho diferenciar qué es qué.
Sin embargo, no son lo mismo.
Si te preguntas por qué deseas estar con aquella persona, y lo que recibes como respuestas está relacionado con lo que recibes a cambio, como por ejemplo, status, seguridad financiera, o comodidad, entonces, se trata de deseo del ego. En cambio, si la respuesta está asociada con aquello que puedes dar, crecer, aprender, brindarte, construir... se trata de amor.
Recuerda, dijo Menjak: el amor no mide aquello que brinda, sino que, como la llama de una vela, al compartirse, multiplica su propia luz cada vez más y más". Daiana Slipak
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