Esfuerzo.

“La mayoría de las veces creemos que el único modo posible de obtener aquello que deseamos es mediante el esfuerzo. El esfuerzo fuerza. Y si bien la fuerza a veces logra abrir, muchas veces termina rompiendo aquello que deseaba obtener. 
Para que nuestro esfuerzo sea válido, tenemos que medir el límite de nuestra capacidad. Tenemos límites. No podemos soportar cualquier peso. Si levantamos un objeto demasiado pesado, nuestra espalda y hombros terminarán doloridos y destruidos.
Lo mismo ocurre en la vida. Ante toda situación, debemos conocernos y saber hasta dónde podemos sostener. Debemos marcar un límite. Debemos poder decir “hasta acá llego”, “esto es lo que yo puedo dar”. No se trata de un acto egoísta. Se trata de cuidarte y cuidar al otro. Si damos demasiada agua a una planta, la ahogaremos. Si sostenemos más de lo que nuestro cuerpo tolera, nos dolerá.
La medida es necesaria. Medir qué podemos dar, y medir qué puede recibir el otro.
Los objetivos imposibles nos desalientan. Debemos ser realistas en nuestras metas personales. Quizá uno de los mayores desafíos que tengamos que aprender sea el lograr decir “esto no puedo”. Si aprendemos esa frase criteriosamente, nos ahorraremos mucho sufrimiento.
Cuando un atleta quiere aumentar el tiempo que corre, posiblemente deba forzar un poco el músculo. Un poco de esfuerzo es necesario. Demasiado esfuerzo desgarra, y nos obliga a frenar”. Daiana Slipak.

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Ciclos

“A veces estamos plenos, otras nos sentimos vacíos. Pasamos de la alegría a la tristeza en cuestión de días, horas, minutos…
Y vos, ¿en qué fase estás?
El ser humano, al igual que la naturaleza, se compone de ciclos. El ciclo lunar, y el ciclo menstrual de la mujer, son claros ejemplos de cómo funcionamos las personas. En algún momento nos sentimos en total plenitud (momento de luna llena, momento en el que el óvulo puede ser fertilizado). Este es un momento de creación, de felicidad pura, de sentir que todo es posible. Pero, imposible retenerlo; También, es efímero. Este ciclo da lugar a la disminución, al decrecimiento… En el caso de la luna, ésta comienza a hacerse menos visible, hasta casi desaparecer. En el caso de la mujer, se produce la menstruación y debe expulsar de sí todo aquello que no podrá traer a la vida. Estos momentos suelen ser más difíciles; la mujer siente dolor, cansancio, fatiga y la luna prácticamente no alumbra…
No hay que dejarse llevar por la desesperanza. Pronto todo volverá a cambiar... Si tuviésemos esa certeza, del mismo modo que confiamos que naturalmente la luna volverá a llenarse, y una nueva posibilidad de creación será otorgada al vientre, posiblemente no sería tan angustiante pasar por los momentos de poca luminosidad.
Esto nos enseña, dijo Menjak. Nos enseña que nada es permanente. Nos enseña que a veces estaremos llenos, otras veces estaremos vacíos. Nos enseña que a veces miraremos desde arriba, otras desde abajo. Nos enseña que nada dura para siempre, todo se transforma y se vuelve a transformar. Nos enseña que debemos ser más tolerantes con quienes tienen menos, ya que nosotros volveremos a pasar por allí…
Nos enseña a no atarnos, porque nada se puede atrapar, nada se puede congelar, nada se puede estancar…” Daiana Slipak”

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Volver a empezar....

“Terminé una relación hace tiempo y no logro volver a empezar.
Y Menjak le contestó:
El hecho de que estés hablando de tu relación pasada explica que ella es tu punto de referencia. Parece inevitable en el ser humano que, cuando intenta volver a amar, siempre usa de punto de comparación aquello que ya ha vivido. Es parte normal del duelo de separación el hecho de comparar las vivencias. Pero en tanto no puedas dejar de hacerlo, no podrás construir nada sólido. Si aún no aceptaste la separación que has vivido, entonces, será imposible volver a empezar. Es una batalla perdida de antemano. Todo lo que puedan darte será nulo en comparación con aquello que has tenido. Uno no puede comparar algo construido con algo por construirse. Sobre todo porque, con la distancia, solemos inmortalizar tan solo los buenos momentos, y olvidar todo lo que ha costado, todo lo que hemos trabajado para llegar hasta ahí. El amor es una construcción, pero para poder construir, primero hay que hacer lugar en la tierra para poder apoyar la estructura nueva.
Para poder volver a empezar, hay que deshacerse de la comparación, de los miedos y de la culpa que trae consigo el pasado. Cada persona que aparezca en tu vida será única y singular. No habrán dos iguales. No sentirás dos veces lo mismo. No se puede comparar… Para poder volver a empezar, hay que trabajar duro en la tierra, hay que ararla, hay que cavarla, hay que invertir tiempo y horas.
Recuerda, dijo Menjak; no esperes ver flores allí donde no has trabajado la tierra...” Daiana Slipak

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Crecimiento espiritual.

“No tengo tiempo para ocuparme de mi crecimiento espiritual, se quejó una mujer.
Y Menjak le contestó:
La excesiva ocupación, trabajo y entretenimiento son formas de apartar la sensación de vacío interior que sentimos en nuestras vidas. Colmamos nuestras agendas para no tener tiempo de encontrarnos con nosotros mismos. Porque no podemos hacernos cargo de lo que nos toca. No podemos quedarnos en silencio ya que ese silencio significaría tomar contacto con nuestras emociones, pensamientos y angustias. Y les tememos. Nos tememos. Tememos quedarnos a solas con nuestro corazón.
Es más fácil buscar afuera que buscar adentro. Porque adentro está oscuro. Y el hombre le tiene miedo a su oscuridad y a sus fantasmas.
Paradójicamente, la verdadera felicidad se alcanza encendiendo la luz dentro nuestro. Para eso, hay que animarse a dar el primer paso, entrar a ciegas, atravesar los miedos, el pasado, el dolor, la culpa, y una vez allí dentro, encender el corazón. Tenemos que encendernos. No podemos vivir a oscuras. Una vida a oscuras es una vida desperdiciada. El ego nos convence ilusoriamente. Nos hace creer que tenemos todo, que somos importantes, que somos solicitados, que somos imprescindibles para nuestras empresas… pero esto no es cierto. Nadie es imprescindible para nada salvo para ser responsable de su propia felicidad. Y como estamos tan ocupados en lo urgente, descuidamos lo importante. Es tan así que si nos tomásemos unos segundos para mirar adentro, veríamos que está oscuro, y nos encontraríamos con que también estamos vacíos.
Es momentos de preguntarnos; ¿qué espera la vida de nosotros?
Encendamos la luz y comencemos a iluminarnos…” Daiana Slipak

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Es momento...

"Es momento de abrir los corazones, reconocer los errores, dejar ir el pasado, reinventar el presente, esperanzar el futuro...
Es momento de dejar la angustia, abandonar los miedos, correr los velos, quitar los escombros, escuchar al alma, perseguir los sueños...
Es momento de extender las manos, acompañar al otro, sostener un hombro, empujar un paso...
Sonreír mucho, bailar descalzo, cantar a la vida, mirar las flores, volar cual pájaro...
Liberar las mochilas de los perdones no dados. Soltar al rencor y abandonar el fracaso. Porque los fantasmas que más nos atan son los propios que crea la mente, y vivir en pasado no hace más que paralizarnos... es momento de dejar atrás.... volver a empezar...
Que podamos volver a creer en la magia. Que nunca dejemos de apostar al amor. Una mano y otra mano logran imposibles. Los abrazos sanan y el perdón libera...
Que estemos más atentos a quienes nos necesitan, que podamos encontrar esa sensibilidad para ayudar y ser solidarios.
Que logremos volver a empezar sin tanta carga, sin tanto miedo, sin tantas limitaciones... que seamos felices.
Inmensamente felices.
Y que la vida nos encuentre llenos de amor para dar". Daiana Slipak

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Dos caminos...

"Muchas veces nos encontramos de pie ante dos caminos que llevan por distintas direcciones y no sabemos hacia cuál dirigirnos.
Tenemos miedo de confundirnos y eso nos impide avanzar.
El más imperdonable de los errores humanos no es equivocarnos. El más imperdonable de los errores humanos es la parálisis ante la pasividad que nos produce el miedo.
No pensar, no actuar, no amar, no desear, por miedo a fallar... ese es el mayor pecado....
Lo peor que podemos hacer es quedarnos quietos, sin caminar... Incluso eligiendo el camino equivocado, en algún momento podremos retroceder y volver a empezar.
Recuerda, dijo Menjak: Si queremos conocer la belleza de las rosas, deberemos correr el riesgo de clavarnos alguna espina" Daiana Slipak.

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¿Dios nos castiga?

"Y una niña le dijo: ¿Por qué Dios nos castiga?
Y Menjak le contestó: Dios no castiga, ni recompensa. Dios funciona como una fuente de energía eléctrica. Si alguien coloca sus dedos en un enchufe, probablemente se electrocutará. Pero no podemos decir por ello que la energía es mala, o te ha castigado. Simplemente, la fuerza actúa de acuerdo a una Ley. Cuando las personas no comprendemos esta Ley, y actuamos contra ella, es cuando salimos lastimados. 
Algunas de las Leyes Espirituales son simples de observar.
En primer lugar, en el mundo espiritual, lo similar se atrae. Atraemos a nuestras vidas, como espejos, personas que nos muestran lo que somos, lo que tenemos dentro, aquello que debemos trabajar y corregir. En segundo lugar, nuestras acciones tienen consecuencias, y recibiremos los efectos de aquello que hayamos hecho. Si dañamos, seremos dañados. Si damos amor, nos amarán. Si generamos acciones que lastimen a otros, daremos lugar a un "castigo" que no será ni más ni menos que un espejo karmático de aquello que hemos hecho mal en algún momento. A veces el tiempo entre el efecto y la consecuencia nos hace perder de vista esto... pero, siempre, absolutamente siempre, se termina aplicando la Ley del karma.
La próxima vez que sientas que la vida te golpea con una descarga eléctica, ten presente que probablemente responda a algun hecho equivocado del pasado. Pide perdón y esfuerzate por seguir mejorando. No existe el azar en el mundo espiritual. Todo está perfectamente determinado. Todo viene a enseñarnos algo que debemos aprender, todo fue configurado para cumplir un propósito existencial...". Daiana Slipak

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Despertar del dolor

“A veces la vida nos golpea tanto que decidimos adormecernos.
Adormecerse es como un sedante en medio de la enfermedad. El sedante no cura, no resuelve nada, pero ayuda a dejar de sentir el dolor por un rato…
El problema no está en el adormecer, el problema está en que muchas veces no queremos asumir el despertar, y por ende, no dejamos lugar a nuestra curación. No queremos hacernos cargo de sanar nuestro corazón y nuestro cuerpo, porque para poder hacerlo hay que trabajar en las heridas. Y eso duele. Mucho duele. Por eso, a veces preferimos seguir dormidos. Al menos así, no sentimos angustia, no sentimos tristeza, no sentimos vacío. Esto sería magnífico, salvo el detalle de que, en tanto permanezcamos así, no sentiremos NADA. Tampoco sentiremos amor, ni felicidad, ni paz, ni la maravillosa oportunidad de estar vivos.
¡Es momento de despertar! Hay que poder sanar el corazón y el alma. Al principio dolerá un poco. Pero, si aceptamos que ese dolor es parte natural del proceso, y proyectamos un futuro sanos y llenos de vida, todo será más fácil de transitar.
Siempre habrán doctores que nos ayuden. Ellos son quienes vienen con las herramientas del amor, de la paciencia, de la escucha, del respeto hacia cada una de nuestras lágrimas. Ellos son quienes estarán allí, sosteniendo nuestros recuerdos dolorosos, y abrazándonos mientras removemos en cada una de nuestras heridas.
¡Es momento de despertar!
La vida es demasiado preciosa para perder el tiempo estando dormidos…” Daiana Slipak

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La felicidad se alcanza...

"La felicidad se alcanza venciendo al miedo.
La libertad se encuentra abandonando la culpa.
La amistad se vuelve real cuando uno aprende lo que es la igualdad.
La ansiedad se alivia aflojando nuestro miedo por el futuro.
La depresión se elimina dejando ir el pasado.
El crecimiento se produce cuando se puede salir de la zona de confort.
El amor se vuelve puro cuando uno sabe dar.
La salud se halla cuando uno está en armonía con la vida.
La pobreza se combate con la riqueza interior.
Y la paz interior llega cuando se confía en la voluntad de Dios". Daiana Slipak.

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Ansiedad

“Y una mujer le dijo: Hablame de la ansiedad.
Y Menjak le contestó: ¿Acaso sabes por qué se produce? La ansiedad tiene que ver con el futuro; ya sea por tener algo que no se tiene, o por perder algo que se ha conseguido. La ansiedad es miedo a no poder controlar el futuro. Es un desequilibrio entre la fantasía de quién soy y quien creo que debería ser.
La única solución para poder combatirla es la fe. Cuando uno confía en Dios, y se convence que existen causalidades que no podemos controlar más allá de nuestro esfuerzo y voluntad, es cuando suelta de sus hombros la mochila de la ansiedad. Cuando uno cree que los errores son inevitables, y forman parte del plan divino, deja de castigarse tan severamente por los tropiezos del camino.
Quién confía en Dios deja de temer. Desaparece la preocupación. Surge la aceptación y el amor. No nos identificamos con las circunstancias que a nuestro personaje le tocó vivir, sino que trabajamos más duramente en nuestro interior, buscando ser, cada día más, un poco mejor persona… “ Daiana Slipak.

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Crisis

"¡No teman las crisis!, gritó Menjak.
Hoy les diré unas cuantas verdades... 
Un día tiene 24 horas... ¿Alguna vez se han cuestionado por qué el día comienza en la noche oscura y no con el brillo reaplandeciente del amanecer? 
¿Por qué surge la creación del mundo a partir de la oscuridad y el caos?
¿Por qué debe romperse la cáscara del huevo para dar lugar a la vida que lo habita dentro?
Y así podría continuar largamente...
Absurdo es quedarse paralizado... es como pretender no espirar para retener el aire del pasado...
¡No te desanimes si sientes que te están golpeando! La luz del fuego surge a partir de golpear dos piedras...

Y recuerda... los dolores de parto del despertar espiritual son los más violentos y difíciles de atravesar..." Daiana Slipak.

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Iluminación personal

"Y dijo Menjak: Te contaré un gran secreto. 
Para acercarse a Dios uno debe "embarazarse" de él. Primero se genera una "limpieza" en el organismo para que uno pueda acomodarse a esta nueva presencia que habita en uno. Esta "limpieza" puede venir acompañada de vomitos, fatiga, cambios de humor, sensibilidad...
Y cuando uno siente que finalmente se va acostumbrando es cuando se "rompe la bolsa". Entonces, cual le sucede a la mujer antes de dar a luz, uno llora, gime, grita, teme... debido a las fuertes contracciones que siente. Si uno desea servir a Dios, o realizar una acción sagrada, sentirá cómo las dificultades se van tornando cada vez mayores, incluso hasta llevar a la persona a considerar desistir de su propósito. Debe entonces gemir, clamar, y continuar firme en aquello que se corresponde a su misión del alma.
Lo más dificil es el comienzo, dijo Menjak. Al igual que el oro debe ser probado por el fuego para saber si es verdadero, se nos prueba a ver si somos dignos de algo tan valioso como es nuestra iniciación espiritual... " Daiana Slipak.

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Ser como dioses

"Resumidamente, la serpiente le dijo a Eva: coman de este fruto, y sereis como dioses. 
¿Cuáles son los frutos que en nuestra vida nos expulsan del paraíso? 
Vivimos cada año buscando externamente ser dioses: tener más, ser mejores que el otro, controlar lo que nos rodea, vivir a la moda, no envejecer... Queriendo acercarnos a ser como Dios, que ha creado el mundo, nos confundimos y buscamos crear nuestra vida desde las ambiciones externas.
La manzana... ¿cuál es la manzana de nuestra vida que no nos deja vivir en el paraíso?
¿Se dan cuenta que muchas veces corremos una carrera esperando obtener algo nuevo? Un auto, la casa, la computadora, el celular... Siempre nos falta algo, siempre queremos cambiar a un modelo más nuevo, siempre se desea "un poco más"...
Deberíamos reflexionar y vislumbrar nuestras "manzanas". La ambición de conocimiento, la ambición de poder... la ambición de tener.
Al igual que en el famoso cuento Blancanieves en el que la malvada envía a nuestra princesa a dormir tras comer un fruto envenenado, nosotros también traemos en nuestro ADN rastros del fruto original. La única forma de despertar, al igual que en el cuento, es bajo el reinado del Amor.
Deberían saber, dijo Menjak, que la serpiente, con su veneno, es uno de los animales que mayor mortalidad puede generarle al hombre humano..." Daiana Slipak.

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Aprender a soltar

"Cuando un bebé nace, viene al mundo con su puño apretado. Cuando un anciano muere, se va al cielo con sus manos abiertas.

En estos reflejos del cuerpo hay escondidas grandes enseñanzas:
*Madurez es el estado que alcanzo cuando comprendo que nada, ni nadie, me pertenece. 
*Nada puede retenerse, todo se nos termina escapando...
*Desde que nacemos, hasta que morimos, debemos aprender a abrir nuestras manos para compartir y erradicar el deseo egoísta de poseer.
*Y tan difícil como ello, aprender a abrir el corazón para amar verdaderamente
*Intentar mantener el puño cerrado por mucho tiempo, nos genera dolor muscular... y tensión.
*Todo es efímero, no podemos dominar lo que controla Dios."
Daiana Slipak.

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Nombrar el amor

"Hoy pensaba sobre el lenguaje erróneo que tenemos para nombrar al amor: 

Curiosamente, utilizamos la palabra "esposa/o" para designar a aquella persona que elegimos para crecer, desarrollar una familia y compartir nuestras más significativa experiencia de estar vivos. La esposa es una atadura... la esposa no nos permite libertad... la esposa es sinónimo de cárcel, de castigo, de error, de pérdida...

No digamos "mi marido", "mi mujer". No deberíamos referirnos a una persona como un ser que nos pertenece...

La palabra "te amo", tan románticamente utilizada, está extraída de un contexto de servidumbre. Amo era aquella persona a quién en la antigüedad (y en algunos casos presentes), se le debía servir.

Nos hicieron creer que el amor se trata de poseer. Dejemos de lado las esposas, los dueños, los "míos"... No vivamos el amor como una atadura. Para poder construir algo, las manos deben estar separadas. Si no hay espacio entre ellas, no se puede crear...". Daiana Slipak

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¿Dónde comienza la muerte?

"Cada vez que pensamos en la muerte lo hacemos imaginándola en un futuro muy lejano. La muerte es algo que se contempla en lejanía, como algo que le sucede a los demás, pero nunca a nosotros mismos. Hoy quiero dejarles una pregunta. 
¿Cuándo comienza la muerte?
La muerte no comienza en el momento en el que dejamos de respirar, contraemos una enfermedad, o se aquieta el corazón... La muerte comienza en el momento en el que nacemos. Allí es dónde ella adquiere posibilidad de Ser. Y cada segundo de vida que se va, es un paso más cercano en el que nos halla...
Solemos descuidar esto. El no saber cuándo sucederá hace que le quitemos importancia a lo valioso de cada segundo.
Y si bajase Dios y te diría que hoy termina el juego... ¿harías lo mismo que tienes planificado para el día?
Haz una lista de las cosas que llevarías adelante, y toma el desafío de realizar al menos una por día...
Abraza, besa, dí cuánto amas, viaja, ríe, descubre, contempla, baila, canta, sonríe, contempla la naturaleza, vive el amor....
Y no olvides que, en cada suspiro que se aleja, ella nos encuentra más cerca..." Daiana Slipak.

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El destino

“No existe el destino como ustedes acostumbran a verlo, dijo Menjak. En realidad, no se trata de destino, sino de herramientas. Cada persona viene al mundo con aquello que necesita para construir su misión. Ahora, si tu misión es construir una torre de ladrillos, de nada te servirá que te proporcionen madera. 
Siempre se nos da potencialmente la posibilidad de realizar aquello que venimos a hacer. Potencialmente significa que no se trata de sentarnos a observar cómo se despliega el destino. Se requiere esfuerzo, constancia, aprendizaje, para desarrollar la potencia.
¿Quieres saber cuál es tu misión? Observa tu caja de herramientas. Observa los dones que Dios te ha dado.
Se nos ha hecho a cada uno de manera individual. No somos clonaciones de la naturaleza. Somos seres únicos, con capacidades diferentes.
Observa tu caja de herramientas.
Esa es la única forma de entender para qué estás aquí.
¿Qué es lo que mejor te sale hacer? ¿Cuáles son aquellas cosas que te llenan de placer el alma? ¿En qué te sientes único?
Observa tu caja de herramientas.
¿Sabés cuál es el mayor problema de esta vida?
Que vamos por ella intentando coleccionar herramientas que nos faltan, que no necesitamos, simplemente por el hecho de poseer aquello que el otro tiene, y nosotros creemos, erróneamente, necesitar…
Recuerda, dijo Menjak; observa tus caja de herramientas…
Ahora ya sabes a qué vienes a este mundo... ponte a trabajar.” Daiana Slipak.

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Cómo evitar la angustia

"¿Saben cómo evitar la angustia? 
El secreto es simple, dijo Menjak. El secreto está en poder elegir los "alimentos" correctos que nutran a nuestra alma. 
Vamos a tomar un ejemplo; cualquier persona sabe que un bebé no puede comer los mismos alimentos que un adulto. Podemos justificar esto en el hecho de que él no tiene dientes, y su aparato digestivo aún no está desarrollado como para poder procesarlos. El bebé es inmaduro física y psicológicamente a la hora de alimentarse. Él no sabe qué le hace bien, y qué le hace mal.
Lo mismo ocurre en el plano espiritual. Muchas veces no sabemos qué cosas podemos tomar, y qué cosas nos harán daño. Esto se debe a inmadurez, a que nunca hemos mirado dentro nuestro para ver cómo funciona el ser humano… No conocemos las leyes espirituales que rigen en nuestro Universo interior. O, conociéndolas, por pensar en gratificaciones inmediatas, nos olvidamos que nuestro estómago pagará las consecuencias de haber ingerido algo que no debía…
Es fácil poder cambiar… solo necesitamos, como el pequeño bebé, madurar e ir tomando consciencia para, de ese modo, poder discernir… discernir el alimento bueno y el alimento malo. Discernir que cosas nos nutren, y qué cosas nos lastiman… Discernir entre aquello que nos provee Dios, y aquello que no viene de su mano…" Daiana Slipak

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Agua y emociones.

"Muchas personas son como esponjas, dijo Menjak. 
Van por la vida absorbiendo y absorbiendo agua, guardándola dentro suyo, y llenándose cada día más y más. Uno no se da cuenta de lo nocivo que resulta esto, sino hasta que una situación nos aprieta y desbordamos todo lo que llevamos dentro. 
El agua representa aquello que fluye, aquello que cambia... 
El problema se da cuando, en vez de dejar fluir al agua, la estancamos en la esponja. Nos sobrecargan las emociones, no aceptamos los cambios, no nos permitimos transitarlos...
¿Alguna vez pensaron en las propiedades del agua?
El agua da vida, pero a la vez, si es en exceso, el agua tiene la propiedad de matar, de ahogar, de disolver... Los cambios hacen lo mismo con nosotros. Si no podemos controlarlos, ellos nos controlan a nosotros, y nos asfixian.
El agua es utilizada en las religiones como elemento para la purificación del hombre, ya sea a través del bautismo o baño ritual. El agua es un elemento de limpieza espiritual.
El cambio, en sí, tiene el potencial para llevarnos a un estado de mayor pureza. Todo depende de permitirnos transitarlo y sumergirnos en él..." Daiana Slipak.

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Esfuerzo.

"Una mujer lloraba desconsoladamente.
Menjak se sentó a su lado.
Ella le dijo: El dolor que siento es demasiado intenso...
Y él le contestó: Sé que cuando el corazón duele, difícil es encontrar razones que te consuelen... Pero, tienes que comprender que no podemos transformarnos en un ser valioso sin experimentar la presión del dolor. 
¿Tienes idea cómo es el proceso para obtener un diamante? 
El carbón es una roca sin valor. Es soportar la presión sobre sí mismo lo que lo diferencia y le convierte en un valioso diamante.
Muchas veces, para sacar lo más precioso que tenemos dentro, necesitamos de las altas temperaturas y de las presiones en el corazón.
El polluelo, para poder nacer, tiene que realizar fuerza, romper su cascara, y asomar la cabeza, por más miedo que tenga a lo desconocido...
Recuerda, dijo Menjak: nada que valga la pena en este mundo se consigue sin esfuerzo". Daiana Slipak

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Todos estamos conectados....

A mí no me importa, no es mi problema..., decía constantemente una mujer.
Y Menjak le contestó: Te equivocas... 
Directa o indirectamente, sí es tu problema. 
Pensá en el circuito eléctrico de tu casa en el que están conectados varios aparatos... Me dirás que la tostadora, el televisor, la computadora, el microondas, la lámpara... todos son independientes... Pero yo te diré que no... 
Imagina que uno se sobrecarga, o es conectado de modo incorrecto, y provoca un cortocircuito. Ese cortocircuito alterará el funcionamiento del sistema completo... O sea, todos los aparatos sufrirán una alteración de la electricidad que reciben... Incluso alguno podría verse alterado hasta el punto de romperse... o su totalidad, con un grave incendio.
Así también funcionamos nosotros...
Todos, absolutamente todos, estamos conectados por un circuito energético invisible. Cuando uno de los componentes anda mal, puede suceder que falle el sistema completo.
Así que recuerda, dijo Menjak; nadie está completamente aislado de los problemas ajenos..." Daiana Slipak.

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Tormentas

“¿Qué debemos aprender de las tormentas?
Cada vez notamos con mayor frecuencia la presencia de tormentas severas e inundaciones catastróficas. Los expertos podrán adjudicarlo al calentamiento global y otras causas físicas, sin embargo, Menjak nos propone que utilicemos estos momentos como un espacio de reflexión.
El agua es un elemento de limpieza y purificación espiritual. Además de ser un símbolo de fluidez y cambio, está asociada al inconsciente y a las emociones.
Siempre que veas agua alrededor tuyo, deberías hacerte algunas preguntas: ¿Con qué te estás ahogando? ¿Qué áreas de tu vida necesitás limpiar? ¿Cuáles son las cosas que tienes sumergidas en tus profundidades?
Una inundación nos muestra lo frágil que somos. Lo vulnerables. La poca conservancia que puede tener la materia que tanto valoramos… Vivimos demasiado pendientes de lo material, y es entonces que las emociones (el agua) se ven obligadas a venir, sacudirnos, inundarnos, despertarnos y hacer lo propio: demostrar que ellas rigen nuestras vidas. Que ellas tienen dominio sobre nosotros… El agua, en cuestión de segundos, puede arruinar nuestros objetos más preciados, acabar con nuestros bienes, obligarnos a desechar, y hacernos sentir impotencia respecto al sacrificio que nos ha llevado conseguir algunas cosas…
Tenemos que revisar nuestra escala de valores y desprendernos de aquello del pasado que ya no nos sirve…
El planeta nos está pidiendo a gritos que hagamos una revisión en nuestro modo de interactuar con él… y por sobre todas las cosas, que hagamos una revisión en nuestros valores materiales, psicológicos y espirituales… “ Daiana Slipak .

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Otra vez la misma historia...

“Esta vez le llegó el turno a una joven. Ella le gritó: Otra vez la misma historia. Nuevamente me lastiman... 
Y Menjak le contestó: 
Nadie te lastima, vos lo hacés. Las personas que te rodean sólo vienen a representar el papel que se les ha adjudicado... 
¿Acaso no te has dado cuenta que tu vida es una repetición cíclica? Se reitera la misma situación, pero con actores diferentes. Prestá atención a las escenas… ¡Estás viviendo la misma película, una y otra vez!
A veces me dicen: “mis parejas siempre me golpean”, “siempre me dejan”, “siempre me cruzo con personas malas”, “siempre me pasa lo mismo”…. Siempre… siempre…
¡Siempre no existe! Tenés que entender esto. Siempre es hasta que vos cambies…. Ahí se termina la rueda, y se cambia la cinta.
Se repite la misma historia ya que uno tiene un dolor. Un dolor pasado. Un dolor que no se ve. Un dolor oculto, difícil de percibir por la consciencia. Se repite hasta que se aprende.
Y llega un día en que logramos intuir algo de esto. Ese momento es crucial en la vida. Nos damos cuenta que no podemos continuar del mismo modo. Si continuamos haciendo, una y otra vez, lo mismo, no podemos pretender resultados diferentes. Es importante que revisemos las escenas, y detectemos el conflicto. Sólo así podremos salir de nuestra posición de representantes de un libreto, para poder convertirnos en los escritores de nuestros propios guiones. En los escritores de nuestras vidas…” Daiana Slipak

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Hábitos nocivos

"Muchas veces, cuando dejamos un hábito nocivo, una relación insana, un espacio que no nos hacía bien... nos sentimos peor que antes... 
¿Tienen idea por qué se produce esto? 
Les pondré un ejemplo; cuando una persona deja de fumar, inmediatamente comienza a toser. Si no tuviesemos consciencia de lo mal que produce el fumar, diríamos que la falta del cigarrillo está produciendo un daño en el organismo. Sin embargo, todos sabemos que no es así. Lo que ocurre es exactamente lo contrario...
De la misma manera, cuando dejamos de introducir en nosotros hábitos, personas o espacios que nos contaminan internamente, el cuerpo se hace fuerte para comenzar un proceso de limpieza espiritual. Un proceso que va desde lo más interno y profundo hacia lo más externo y superficial. Como la suciedad que está en el fondo del estanque, cuando uno desea limpiarla, es inevitable remover en ella y dispersarla, pese a que segundos antes el agua era de apariencia calma y limpia.
Ahora ya sabés...
Empieza el proceso de limpieza de tu vida. Quita de adentro (y de afuera) aquellas personas y cosas que no dejan fluir libremente tu aire.
Al principio puede que sea molesto...
Pero luego, agradecerás poder respirar mejor..." Daiana Slipak.

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Lanzar una flecha

“¿Sabés por qué antes de lanzar una flecha primero hay que tensarla en dirección a uno mismo? 
Antes de lastimar a otro, antes de atacar a otro, antes de juzgar a otro o antes de acusarlo, debemos primero pasar por nosotros mismos.
De esta manera, nos daremos cuenta que nosotros tampoco hemos sido perfectos, que hemos cometido errores, que nos hemos equivocado… 
Es por ello que tensamos la flecha apuntando a nuestro corazón.
Para que pasemos, a través de él, por nuestra propia introspección y aprendamos a no juzgar…
Recuerda, dijo Menjak, no existe persona en este mundo que no se haya equivocado. Todos somos seres imperfectos, haciendo nuestras vidas, del mejor modo que podemos. Al nacer nos han dado diferentes misiones y diferentes herramientas. No debemos juzgar al otro por sus carencias… ellas han sido parte del plan divino.
Cuando señales a alguien con un dedo, recuerda que otros tres están apuntando en tu dirección”. Daiana Slipak

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Lamparas luminosas

“Te contaré cómo funciona el ser humano, dijo Menjak.
Imagina que todos somos lámparas luminosas. Ahora, imagina que, cada vez que algo nos lastima, cada vez que obramos incorrectamente, que no logramos realizar nuestra tarea de modo adecuado… cada vez que algo de esto sucede, se nos coloca una cortina sobre la lámpara que somos. 
Entonces, da la impresión de que la luz se va apagando. Cualquiera podría decir que ésta ha dejado de brillar, que está oscuro en su interior… pero tienes que saber que, en realidad, tu luz sigue brillando con la misma fuerza debajo de todas esas capas de tela oscura.
Este es el gran problema que tenemos. No nos damos cuenta cuáles son las cosas que nos están tapando nuestro brillo interior.
El único modo de volver a ser felices (como cuando éramos muy pequeños) es quitando todos esos velos que tenemos encima nuestro que nos impiden expresar nuestra esencia más pura. Esos velos son producto de los miedos, del dolor que alguna vez hemos sentido, de los pensamientos oscuros que hemos tenido, de las malas acciones que hemos hecho…
¿Y cómo quitarlos?
El consuelo es que es muy simple hacerlo. Se irá uno cada vez que...
Hagas una acción de bien...
Ayudes a un ser humano...
Expreses y sientas perdón por los errores...
Reconozcas a Dios...
Busques dentro tuyo la verdad...
Domines la tentación de hacer algo incorrecto…
Y así, cuando te des cuenta… comenzarás a ser libre y brillarás con fuerza…” Daiana Slipak

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Preguntas

“¿Quién soy? ¿Por qué estoy vivo? ¿A qué vengo? ¿Lo estoy logrando? ¿A dónde voy?
Quizá estas sean las preguntas más importantes para responder en nuestra vida y, paradójicamente, son las que menos tiempo dedicamos. Pasamos nuestros días intentando acumular posesiones o corriendo detrás de problemas de poca significancia pensando que aquellas son las cosas que realmente merecen la pena. 
Generalmente son las crisis, las tragedias, o la llegada de la tercera etapa de la vida, que hace que uno comprenda que dedicó sus minutos de manera errónea y comience a replantearse su propio rumbo.
Buscamos reconocimiento, buscamos riqueza, buscamos placeres, buscamos confort… y cuando nos dimos cuenta, conseguimos (o no) todo aquello, pero dentro nuestro estamos tan vacíos que siquiera sabemos quiénes somos.
Nunca pensamos en el sentido de nuestra vida, nunca comprendimos que ella tiene un propósito más allá de lo material (porque si lo hubiésemos pensado, habríamos comprendido lo absurdo de una existencia como aquella).
No dejemos pasar tanto tiempo…
Comencemos a preguntar…
Busquemos a quién nos enseñe. Preguntemos cuando no entendamos. Leamos libros con sabiduría. Ahondemos en la naturaleza. Escuchemos el silencio. Trabajemos en nuestro desarrollo interior...
Hay dos maneras de vivir la vida; una es vivirla. La otra es que la vida te viva a vos.
Es tu elección”. Daiana Slipak

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Nacer y morir.

"Siempre escucho que la gente le teme a la muerte, dijo Menjak. Pero nunca he escuchado que alguien le tema a un nacimiento... Ambos episodios son muy similares, y sin embargo, no solemos ver cuánto tienen en común... 
En un primer momento, el feto descansa en una matriz oscura. No conoce nada más allá del vientre de su madre. Para él, ese es su mundo. Pero luego deberá experimentar una transición tan enigmática como lo es para nosotros la muerte misma. Esto es, dejar su cálida y segura comodidad para nunca ya volver. Deberá morir en esta etapa para dar lugar a otra, en la que su mundo cambiará completamente.
De la misma manera, podemos pensar que esta vida no es el final. Es una transición. Aún nos queda una segunda muerte para poder vivir nuestro nacimiento final.
Todo se trata de sabiduría, de tomar consciencia. De poder comprender que, al igual que el bebé no está muriendo al nacer en este mundo, nosotros tampoco lo haremos al irnos de él". Daiana Slipak.

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Ser diferentes.

“Te contaré un experimento asombroso, dijo Menjak. 
Siete personas fueron invitadas a un cuarto y se les indicó que dijeran cuál de dos líneas era la más larga (una medía 25,4 cm y la otra 30,48 cm). Las seis primeras eran personas contratadas y su intención era decir lo incorrecto. Al llegar el turno de la séptima, el 60% de los experimentados coincidió con el grupo anterior, aun viendo que la respuesta era errónea.
Del restante 40%, que en primera instancia decía que la línea más larga era la de 30,48 cm, se observó que, bajo mucha presión, burlas, y descalificación, el 30% cambió de parecer y admitió que la línea de 25,4 cm era la más larga.
Asombroso, ¿no?
La conclusión del estudio demostró que, si hay suficiente presión social, 9 de cada 10 personas son convencidas de algo incorrecto. 9 de cada 10 personas fueron incapaces de defender su verdadera postura y creencias. 9 de cada 10 personas se convierten en seres sin capacidad de pensar por sí mismos.
Solemos actuar de acuerdo a cómo lo hace la gente que nos rodea. Existe muy poco espacio dentro nuestro para la individualidad. No sabemos razonar por nosotros mismos, sino que aceptamos lo que nos dice el entorno...
El problema mayor se produce ya que la sociedad en la que vivimos se destaca por ser vacía, fútil, carente de sentido. Se han perdido los valores, el consumismo es primordial, se usa y descarta a los humanos, se ve el egoísmo en sus formas más crudas.
Debemos aprender a romper los esquemas… aprender a pensar… aprender a vivir…
En caso contrario, pasaremos nuestra vida argumentando cosas que no son, y viviendo tras realidades que no nos hacen felices…”. Daiana Slipak

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Persistencia

“Dijo Menjak: La próxima vez que te sientas desanimado, ten presente los cambios que puede producir el agua que fluye constantemente, sin detenerse... 
A simple vista, nada podría hacerle a algo tan sólido como lo es una roca. Pero el agua lo hará si golpea su superficie durante mucho tiempo. No se trata de intensidad o fuerza, sino de persistencia. 
Lo mismo sucede con los duros obstáculos y con los corazones de piedras... Una gota puede no generar cambios, pero la millonésima logrará agujerearla... eso no significa que todas las anteriores no hayan servido para nada. 
Hay que persistir hasta conseguir los cambios deseados...”. Daiana Slipak

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Dar

“No creas que cuando uno realiza una acción caritativa tan solo está dando, dijo Menjak. Ayudar a otros es comparable con el granjero que trabaja el campo. Al principio parece que deja todo por la tierra... horas y horas de atención, su esfuerzo físico, la semilla material... Pero, viéndolo desde la perspectiva del tiempo, esa tierra luego le dará lo mejor de sí para que él pueda alimentarse.
Esta es una de las grandes leyes del Universo... la Vida siempre se ocupa de retribuir nuestras buenas acciones.
La gente vive preguntándose cuál será la clave de la felicidad... así que ahí tienes la respuesta... 
Tan solo fijate qué estás sembrando...”. Daiana Slipak

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Desear lo que falta

“¡Qué extraño es el ser humano!, dijo Menjak. 
Desean lo que les falta. Y si no falta, no lo desean. Si lo consiguen, pierden rápido el interés por ello. Sueñan lo que no tienen y desprecian lo que tienen para volverlo a desear. Y así intentar conquistarlo. Pareciere que disfrutasen más el estar permanentemente batallando, que la conquista. Así funciona; nadie valora lo simple, lo regalado, lo que no cuesta sudor y lágrimas.
Se ubica a la felicidad en el pasado o en el futuro, pero nunca en el presente. El entusiasmo por obtener aquello que se deseó durante tanto tiempo se acaba rápidamente, y se muda el deseo a otra nueva meta...
Uno siempre quiere algo que no puede tener...
Menjak propone un cambio de enfoque:
No intentemos ser amados, intentemos amar.
No busquemos recibir, intentemos dar.
No pensemos que la felicidad viene de la mano del conseguir, intentemos ser.
Empecemos a valorar las cosas que hemos logrado, intentemos dejar ir aquellas que hemos perdido...". Daiana Slipak

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Antes del amanecer

"Antes del amanecer, tiene lugar el momento más oscuro de la noche"
¿Cuántas veces nos sentimos sin fuerzas? ¿Cuántas veces creemos que no podemos más, que la vida se vuelve verdaderamente difícil, que nada nos sale? Lo intentamos, y lo intentamos, y sin embargo, pareciese que cada vez todo se complica más, y las cosas se vuelven más oscuras...
La vida, como un péndulo, oscila entre extremos duales. Como la misma naturaleza, las estaciones de frío y calor, el día y la noche, son imprescindibles para que el mundo pueda existir...
No se trata de esperar que no existan oscuridades... Esto es un absurdo, una ilusión imposible de hallar. Quizá, la paz del alma pueda lograrse sólo, y tan sólo, cuando aprendemos esta gran verdad: que la alegría y la tristeza son ineludibles en el equilibrio. Cuando nos entregamos a vivir, sin intentar controlar los ciclos que se nos presentarán inevitablemente, dejamos de lado las peores mochilas que cargan nuestros hombros: las ilusiones del ego, las expectativas de que todo sea "como yo lo deseo", el controlar...
Esta es una verdad:
La tormenta también es necesaria para el crecimiento de la cosecha.....”. Daiana Slipak.

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Vejez

"Pensaba en la vejez.
Ultimamente pienso mucho en la vejez. Quizá por la frágil salud de mis abuelos, no lo sé... 
Toda época trae consigo una enfermedad. Y la enfermedad de la época que está comenzando es la enfermedad de una vejez-sin-cuerpo. Antes no pasaba esto. Antes los adultos se hacían viejos, y morían, sin más. Ahora, los adultos se hacen viejos y van perdiendo sus funciones, sus facultades mentales, y en muchos casos, se paralizan sin capacidad de hacer nada por sus propios medios... Conservan la respiración, pero no así sus mentes y su físico.
Toda época trae un aprendizaje espiritual colectivo que debemos incorporar. Cuando veo el estado de estas personas, me pregunto qué querrá enseñarnos Dios.
¿Acaso no lo ven con claridad?
Estamos viviendo demasiado identificados con nuestros cuerpos, y obsesionados con ellos (con vernos bellos, con no envejecer, con adelgazar, cirugias, gimnasios...).
Pero de repente todo se nos va de las manos y nuestros cuerpos se vuelven inútiles...
Quizá sea esto lo que Dios nos está obligando a entender antes de irnos...
Quizá lo que busca es que nos demos cuenta que los cuerpos son un medio... y que estuvimos poniendo la atención y la energía en el lugar equivocado..." Daiana Slipak

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Salvavidas

“Muchas veces intentamos ayudar a las personas, pero ellos no nos dejan. Ya sea porque no quieren reconocer su herida, ya sea porque consideran que pedir ayuda les representa un signo de debilidad. 
Con el tiempo, comprendí que no se puede sanar a quien no quiere ser curado, ni mostrarle la luz a quién padece ceguera. 
Hay que esperar pacientemente. Con amor. Sentarse al lado. Y extender la mano. En silencio. Muchas veces el silencio es mejor que mil palabras.
En algún momento el castillo de la fortaleza se derrumbará. En algún momento el engaño no podrá sostenerse y la herida sangrará tanto que deberán hacerse cargo.
Y en ese momento nos necesitarán. No antes. No después. Es en ese preciso momento. Ese instante de quiebre, en el que el corazón grita y se rompe en mil pedazos.
Es como el agua que va subiendo. Tobillos. Rodillas. Caderas… Uno puede anticipar el final. Pero ellos no pedirán ayuda, sino hasta el momento en el que no puedan respirar.
Recuerda, dijo Menjak: No se le puede tirar un salvavidas a quien no sabe que se está ahogando”. Daiana Slipak

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