Dolor

La única forma de sanar el dolor es entendiendo que él vino a tu vida a traerte un aprendizaje. En el preciso instante en el que logramos encontrar un sentido para dar las gracias por el sufrimiento que atravesamos, en ese instante, el dolor se convierte en sabiduría y desaparece. Entonces es como finalmente ganamos la batalla.

Entrar la luz...

"Cuando alguien nos lastima, sólo hay una forma de sanar el malestar que se produce dentro nuestro... 
Al odio no se lo combate con odio. Al odio se lo combate con amor. 
Imagina que estás en una habitación oscura. Si lo que quieres es poder ver, de nada servirá adicionar oscuridad. Por el contrario, la única solución para traer luz es encender una llama... 
Es algo tan básico de entender, y sin embargo, nos resulta tan complicado llevarlo a la práctica... Si nos insultan, gritamos. Si nos hieren, queremos venganza. Si nos pegan, devolvemos la bofetada.
¡Lo único que hacemos es oscurecernos más por dentro! Cuando nos sentimos mal por lo que alguien dijo o hizo, y se genera bronca, dolor, o indignación dentro nuestro, lo mejor es calmarnos, hacer silencio, buscar alejarnos, para poder controlar nuestra emoción impulsiva... Una vez logrado esto, lo mejor que podemos hacer es realizar un acto de amor por el otro. Decirle algo lindo, hacer algo que le genere alegría, regalarle algo... Eso, sin lugar a dudas, construye puentes energéticos y sana el dolor...
Tenemos que recordarlo: la oscuridad no más que la ausencia de la luz. Si no puedes ver, es momento de encender tu propia lámpara".
Lic. Daiana Odaia Slipak.

No importa cómo...

"No importa cómo...
No importa si corres, si caminas, si te arrastras...
No te detengas
Sigue adelante.
No importa el camino...
Si está sinuoso, si es empinado, si está despejado o lleno de obstáculos...
No te detengas
Sigue adelante...
Habrá sol, habrán nubes, habrá tormenta...
No dejes que los miedos te desvíen.
No abandones tu meta, no pierdas tu rumbo, no abandones tu destino...
Y cuando sientas que no puedes,
Y cuando sientas que no vales,
Y cuando sientas que nunca lo conseguirás,
Entonces, visualiza una gota de agua.
Una pequeña gota de agua agujereando una dura piedra...
Y recuerda, siempre recuerda:
No se trata de intensidad o fuerza, se trata de persistencia....
Llegar a la meta depende de tu esfuerzo.
Que nadie te diga que no puedes.... porque no es cierto; sí podrás.
Un capítulo malo no determina el final de tu libro.
Sigue adelante... no bajes los brazos...
El próximo intento puede ser la llave que abra tu puerta...
Nunca sabes qué tan cerca estás..."
Lic. Daiana Odaia Slipak

Que tengamos la libertad...

Que tengamos la libertad para creer... para creer que se puede, para creer que lo vale, para creer que hay forma de lograr un mundo mejor. Que podemos hacer nuestra parte, cambiar nuestra vida, sumar nuestras manos...
Que tengamos la libertad para amar, porque amar cura el corazón, y nos da la fuerza para seguir siempre adelante. Amar nos vuelve mejores personas, y nos ayuda a encontrar nuestra mejor versión personal en otro ser humano... Amar es lo único que nos quita el ego pero nos infla el alma....
Que tengamos la libertad para intentar, porque, aunque duela, siempre se crece un poco más, porque los sueños se conquistan con esfuerzo, porque la esperanza nunca muere... porque el sufrimiento tarde o temprano se termina yendo, y la vida vuelve a llenarse de colores y sonrisas...
Que tengamos la libertad para controlarnos para no ser esclavos de nuestros propios deseos. Que no seamos esclavos de nuestras emociones destructivas, ni de los impulsos tan bajos que tantas veces gobiernan al hombre... Que el poder no nos vuelva indiferentes, que el dinero no nos haga miserables, que la envidia no nos ciegue en los ojos del alma...
Que tengamos la libertad para vivir. Porque existir es sencillo... pero vivir requiere mucho más...
Lic. Daiana Odaia Slipak

Queridos padres...

Queridos padres,
Es momento que les diga...
Necesito cometer mis errores. Correr. Ensuciarme... y por qué no, también tropezar de vez en cuando. 
No es el raspón en la rodilla lo que duele, sino sus caras de lástima por haberme caído.
No sientan pena por mí. A veces no podré lograrlo. Y necesito aprender de eso también. Necesito aprender que los fracasos son una parte de la misma victoria. Si no me dejan equivocarme, si me sobreprotegen a cada caída, entonces creeré que puedo todo. Y eso no es cierto. Tarde o temprano hasta el más fuerte debe entender que hay batallas que no se pueden ganar.
No rompan mis ilusiones. Sé que mi amigo imaginario no existe. Sé que mi torta de arena no sabe a chocolate. Sé que mi varita de papel no atraviesa las paredes... pero necesito creer. Necesito creer que los sueños pueden cumplirse. Necesito creer que se puede volar. Necesito creer que otro mundo es posible...
Ya tendré tiempo para la desilusión. Ya tendré tiempo para llorar. Ya tendré conciencia de la pobreza, las injusticias, y la maldad que se pasea por este mundo...
Dejenme cometer mis propios errores. Los necesito para crecer. Pero por favor, nunca estén tan lejos. No estén tan lejos como para que no halle sus brazos cuando tropiece. No estén tan lejos como para no encontrar sus hombros para llorar. Porque cuando salga al mundo y lo explore enteramente. Porque cuando busque y busque, y no encuentre. Porque cuando necesite descubrir lo más puro del amor, entonces me daré cuenta que eso es a su lado...
Que siempre ha sido asi.
Que el tesoro siempre estuvo cerca.
Y volveré.
Mil veces, volveré"
Lic. Daiana Odaia Slipak.

Encontrar a Dios...

"Encontrar a Dios es más sencillo de lo que todos creen… 

Cuando abrazamos a quiénes amamos, Dios nos abraza. Cuando acariciamos con ternura, podemos sentirlo en los dedos.
En tanto logramos dar un beso con el alma, él se acerca a nuestros labios… 
Un corazón sincero que ayuda a quiénes necesitan, lo invita a nuestro espacio. 
Dios está en la mirada trasparente, en las manos de quiénes se entregan, en las lágrimas de quiénes se compadecen, en los susurros de quiénes rezan, en el milagro de dar la vida.

El encuentro del hombre con Dios no se produce en el terreno exclusivo de la religiosidad. También lo hace en el amor. Porque cuando existen sentimientos como aquellos, se pueden encontrar rastros de la divinidad en cada momento compartido".
Lic. Daiana Odaia Slipak.

La felicidad....

"La felicidad se alcanza venciendo el miedo. 
La amistad se vuelve real cuando uno aprende lo que es la igualdad. 
La libertad se alcanza aprendiendo a perdonar. 
La ansiedad se alivia aflojando nuestro temor al futuro. 
La depresión se elimina dejando ir al pasado. 
El estrés se supera alivianando el presente.
El crecimiento se produce cuando se puede salir de la zona de confort.
El amor se vuelve puro cuando uno sabe dar.
La salud se halla cuando uno está en armonía con la vida.
La pobreza se combate con la riqueza interior.
Y la paz llega cuando se confía en la voluntad de Dios"
Lic. Daiana Odaia Slipak

Recuerdame

"RECUÉRDAME

Cuando veas que la rutina se apodera de mí, no me dejes terminar los días. Que no pasen sin intentar ser feliz, sin haber crecido un poco, sin haber amado un poco, sin haber soñado un poco... No me dejes andar sin risa, dormir sin sueños ni levantarme sin esperanzas. RECUÉRDAME que una vida sin sueños no merece ser llamada vida, sino muerte.
Si alguna vez corro para convertirme en unapersona de éxito, dime que vaya con cautela... y, en cambio RECUÉRDAME a cada momento que siempre intente volverme una persona de valor.
Cuando me cierre en mis asuntos, dime que el amor no se alimenta de pensamientos. La única forma de llegar al corazón es a través del corazón mismo. RECUÉRDAME hacer de la comunicación un modo de vida. ¿Cuántas relaciones se rompen por palabras que no se escuchan, por gestos que no se tienen, por abrazos que no se dan?
Y si alguna vez el miedo me inunda, y ya no sé para dónde avanzar... conviértete en mi puente y llévame del otro lado. RECUÉRDAME que si estamos cerca, tendré el coraje de experimentar el temor de no saber qué. Hondo, bien hondo, en los pozos negros que no animamos a explorar... ahí donde está oscuro y abundan los fantasmas.
RECUÉRDAME que no se trata de casualidad, sino destino. Y que no se encuentra, sino lo que se busca. Y no se busca sino el espejo de lo que está en lo más profundo de nuestro corazón.
Habrán veces que sentiré retroceder algún peldaño. Para ese entonces, RECUÉRDAME que, antes de avanzar, al igual que le sucede a una flecha que está a punto de ser lanzada hacia adelante, resulta obligatorio volverse hacia atrás.
Si algún día me siento derrotado por el fracaso, enséñame que él será pasajero. Ayúdame a reconstruirme. Haz lo mismo cuando triunfe, y RECUÉRDAME que cuando piense tener todas las respuestas, Dios me cambiará todas las preguntas.
No dejes que crea que ha sido únicamente mi obra. Dime permanentemente que Dios es el principal socio en cada proyecto que emprendemos. La soberbia se manifiesta en quienes fracasan en tercera persona y triunfan en primera. RECUÉRDAME siempre la majestuosidad de Dios en cada paso de la vida e invítame a valorar la belleza de las cosas simples con las que Él me bendice. Un atardecer, un plato de comida caliente, un abrazo de consuelo, el juego con un niño...
RECUÉRDAME, siempre, recuerdame estas palabras..."
Lic. Daiana Odaia Slipak

Uno no muere...

"Uno no muere con el último respiro...
Uno muere cuando no queda nadie capaz de recordarnos, cuando las huellas y las marcas de nuestro paso se han borrado de esta tierra, cuando da lo mismo que hayamos existido o no... 
Una parte nuestra siempre se conserva en los corazones de quiénes hemos amado, en aquellas personas que hemos transformado, en la gente que hemos ayudado... 
Mientras ellos vivan, viviremos en ellos... porque la vida es así; nos volvemos parte de quienes nos aman.
El cuerpo muere, pero la transcendencia puede ser infinita.
Todo es perecedero, salvo el amor. El amor siempre logra vencer al tiempo y al espacio... El amor logra ganarle a la muerte y traer la eternidad a este mundo.
Amar y ser amados. Esa es la forma..."
Lic. Daiana Odaia Slipak

Tan solo un niño....

"Era tan solo un niño. Y se ha quitado la vida....

¿Estuviste mirando demasiado el teléfono las ultimas cenas?
¿Demasiado ocupado como para sentarte y jugar con él?
¿Lo acompañaste hasta su cama, y besándolo antes de dormir, dijiste cuánto lo amabas?
No dejes pasar esas oportunidades. Mañana podrían no estar...

¿Has prestado atención a cómo le va en la escuela?
¿Has quitado importancia a sus lágrimas cuando un amiguito le ha peleado?
No subestimes su dolor. No restes importancia a las cosas que le lastiman.
Eso también es auténtico... eso también es su mundo.
¿Cómo podría uno imaginar que alguien con tanta vida por delante podría perder las esperanzas?
El dolor de un pequeño no vale menos que el de un adulto.

No lo humilles. No te enfades con él. No le muestres tu decepción por no ser aquello que esperabas que fuera.
Todas esas cosas destruyen su autoestima.
Enseñale su valor. No importa que de a ratos no le salga. No importa que fracase a veces. Él solo necesita tu aprobación para levantarse y volver a intentarlo. Él espera que le digas que puede, que confías en su capacidad... y así, posiblemente podrá!
Tu eres todo su mundo. Todo lo que ama. Todo lo que necesita para creer en sí mismo.

El mundo puede ser muy cruel para una personita tan inocente, tan indefensa, tan pura y llena de amor. Ayudalo. Es tu tarea darle un hogar que sea su refugio. Es tu responsabilidad que siempre tenga brazos en los que apoyarse. Es tu rol protegerlo...
Le diste vida. Enseñale a amarla! Enseñale el valor de ser honrado. De ser honesto. De amar!
Si. Es cierto. La vida lo golpeará.
Mil veces lo golpeará.
Y vos no podrás evitarlo.
Pero sabrá, con alivio inmenso, que ahí estarás a su lado.
Porque el dolor, cuando puede ser compartido, pesa menos.
Porque, cuando uno tiene un hogar de amor en donde refugiarse, el mundo parece menos amenazante..."
Lic. Daiana Odaia Slipak

Llegará el día

"Llegará el día..
Alguien te tomará la mano sin rompértela. 
Entrará en tu corazón para protegerlo.
Y existirá la magia de verdad. 
Las lágrimas serán por una tentada de risa.
Y los golpes cambiarán por las caricias.
Busca esto, y lo verás.
Existe. Sí, existe.
Tienes que creer que hay bondad...
Tienes que confiar en un final feliz.
Tienes que perseguirlo con firmeza, con coraje, con insistencia...
No te conformes con menos.
Existen las personas que saben amar.
Que no engañan, que no mienten...
Que tienen integridad en su corazón, que dicen y actúan de la misma manera.
Dejá atrás a quienes te lastiman.
Esos que te desvalorizan, que te critican, que no aprecian lo que les das.
No dejes que te golpeen, que te humillen, que te ensucien... que se paren sobre ti para sentirse más altos...
No hagas que tu vida sea un sufrimiento, resignando a ese sentimiento de que nunca alcanza.
Y recuérdalo mil veces: nunca más vuelvas a agacharte, salvo que sea para saltar.
No dejes que te insulten, y tampoco con el silencio, que a veces hiere más que mil palabras.
No dejes que te digan que no puedes.
Aprende sobre tu propio valor.
Una nueva vida es posible.
Solo necesitas amor"
Lic. Daiana Odaia Slipak

Pensamientos negativos

"¿Tenés pensamientos negativos?
Hay una forma de cambiarlos!
Es bien sabido que existen dos formas de fijar algo en nuestra memoria; nuestras ganas de conservar un recuerdo, o nuestras ganas de olvidarlo.
Cuánto más pensamos en algo, incluso queriendo dejarlo atrás, más difícil se vuelve la tarea.
El secreto está en cambiar el pensamiento. 
Cada vez que se viene a la mente una idea no deseada, hay que ser fuertes y cambiar el pensamiento hacia uno positivo. Fuimos programados para pensar de a una cosa a la vez. Si estamos ocupados pensando cosas positivas y alegres, no tendremos espacio para la tristeza.
Es tan simple de leerlo, que casi no lo creeríamos... pero, funciona!
Hacé el intento... cada vez que una idea desagradable, miedo, recuerdos dolorosos, o critica aparezca por tu cabeza, no le dejes permanecer allí. Cambiá activamente tu forma de pensar. Hacé ese esfuerzo y, de esa manera, todo lo desagradable desaparecerá.
Lleva luz a tu vida y, poco a poco, tu programación mental irá cambiando...
La forma de combatir a la oscuridad no es llevando más oscuridad a tu propio espacio interior... sino encendiendo la luz".
Lic. Daiana Odaia Slipak.

Flecha

“¿Sabés por qué antes de lanzar una flecha primero hay que tensarla en dirección a uno mismo?
Antes de lastimar a otro, antes de atacar a otro, antes de juzgar a otro o antes de acusarlo, debemos primero pasar por nosotros mismos.
De esta manera, nos daremos cuenta que nosotros tampoco hemos sido perfectos, que hemos cometido errores, que nos hemos equivocado…
Es por ello que tensamos la flecha apuntando a nuestro corazón.
Para que pasemos, a través de él, por nuestra propia introspección y aprendamos a no juzgar…
Recuerda que no existe persona en este mundo que no se haya equivocado. Todos somos seres imperfectos, haciendo nuestras vidas, del mejor modo que podemos. Al nacer nos han dado diferentes misiones y diferentes herramientas. No debemos juzgar al otro por sus carencias... al contrario, debemos ayudarlo, inspirarlo y motivarlo a ser, cada día, un poco mejor...
Cuando señales a alguien con un dedo, recuerda que otros tres están apuntando en tu dirección”.
Lic. Daiana Odaia Slipak

Enojo

“Estás enojado... Y todo enojo proviene de un deseo insatisfecho... 
Nos enfadamos al sentir que la otra persona debería darnos algo y no lo está haciendo. En definitiva, el enojo es creer que es injusta la distancia entre aquello que tenemos y aquello que deseamos. 
Siempre podemos encarar la vida de formas muy distintas. Deberías saber que, si hay enojo, está mediando el ego. En cambio, si hay perdón, y comprensión, está mediando la humildad.
La próxima vez que sientas enojo, ira, o frustración, debes tomarte unos segundos para responder la siguiente pregunta; ¿por qué debería aquella persona satisfacerme?, ¿qué obligación tiene de hacerlo?
No existen motivos para enojarnos...
Si alguien marca nuestros defectos; nos brinda una oportunidad para corregirnos.
Si alguien se enfurece injustamente; nos da la posibilidad de ayudarlo.
Si te enojas porque alguien no ha reconocido tu ayuda, o tu esfuerzo; es ego disfrazado y debes aprender a hacer las cosas sin esperar que te reconozcan a cambio.
Incluso cuando no comprendemos por qué las cosas se nos dan tan mal... debemos tener en cuenta que Dios utiliza seres humanos como mensajeros, o enviados, y ellos vienen a cumplir con su voluntad... Todo, absolutamente todo lo que nos pasa, nos ayuda a realizar aquella misión para la cual ha venido nuestra alma a la tierra”.
Lic. Daiana Odaia Slipak.