"Conocí mucha gente con tus mismos sueños. Todos queríamos volvernos personas importantes, que nos admiren, que nos amen... cambiar el mundo. Pero, ¿sabes qué? Las grandes cosas no son más valiosas que las pequeñas. Quizás, algún día pueda decir con orgullo que me cambié a mí mismo. Si eso sucede ya estaré satisfecho. ¿De qué sirve un teatro repleto de aplausos si a la noche te acuestas solo, con ...el corazón vacío? ¿Para qué buscar miles de personas alrededor si ninguna te ama intensamente?
Hubiese querido mantener tu inocencia. Es difícil. A veces la vida puede resultar muy dura para los ojos de un niño. El dolor ya no es tan solo un raspón en la rodilla, y el sana-sana de mamá no hace el mismo efecto. Los castillos más valiosos ya no son los de arena, y las batallas que se luchan no están hechas con espadas de papel. La sangre no es tempera roja, y el ahorcado no es un juego en el pizarron...
No puedo volar, trepar paredes, ni derretir el hielo. Esos héroes ya no existen... Pero en su lugar tuve la suerte de conocer a otros de carne y hueso. Así llamo a quienes dejan todo para que nada les falte a los suyos, a esos que luchan pese a lo oscuro, a quienes piden perdón pese a la verguenza, a los que perdonan pese al dolor y quienes aman pese a los miedos...
Lograron convencerme que estaba hecho de atómos, de células y de un cuerpo, que tras la muerte todo se termina. Era más bello cuando me decías que éramos de sueños, que éramos risas, que éramos magia... El corazón se aliviaba al mirar el cielo, sabiendo que desde arriba, quien ya se había ido, cuidaba de mí desde la más alta estrella...
Jugar ya no es compartir. Ahora se lo llama competencia. Es cierto, me acuerdo cuando me lo enseñaste; si camina solo uno puede llegar muy lejos y más rápido, pero de la mano de un compañero se puede llegar más alto... y reír tanto en el camino...
Quiero que sepas que llegará el día en el que no existirá ese abrazo de mamá y papá en las noches de pesadillas.. Ese "no temas" que termina el llanto, esos brazos a los que escapar cuando todo se vuelve difícil... Pero aprendí que Dios me escucha, y que pese a que a veces el dolor se siente intenso, Él siempre está conmigo... Quizá me enojo cuando no me da lo que yo quiero... pero siempre me da todo lo que necesito para crecer.
Tal vez no sea fácil, querido niño. Tal vez este mundo no sea ese lugar tan perfecto que creímos alguna vez. Tal vez te queden miles de lágrimas por llorar... y se te romperá el corazón en pedazos una y otra vez. Te enojarás, gritarás, verás muchas injusticias, perderás a tus seres queridos y creerás que ya nada vale la pena...
Entonces de nuevo sentiras el amor, sentiras un abrazo, verás una nueva vida nacer... una puesta de sol... una flor, una esperanza.
No querría mentirte. La vida te derrumbará, el dolor estará. Pero, también saldrá el sol muchas veces para recordarte que ha amanecido... tienes elección. Puedes decidir qué hacer cada mañana. Puedes mover tu cuerpo, hablar, cantar, crear... puedes ser... puedes hacer... puedes hacer una diferencia.
Mientras sigas aquí, puedes aportar una estrofa en tu propia canción, puedes escribir una página de tu libro personal."
Daiana Odaia Slipak
Hubiese querido mantener tu inocencia. Es difícil. A veces la vida puede resultar muy dura para los ojos de un niño. El dolor ya no es tan solo un raspón en la rodilla, y el sana-sana de mamá no hace el mismo efecto. Los castillos más valiosos ya no son los de arena, y las batallas que se luchan no están hechas con espadas de papel. La sangre no es tempera roja, y el ahorcado no es un juego en el pizarron...
No puedo volar, trepar paredes, ni derretir el hielo. Esos héroes ya no existen... Pero en su lugar tuve la suerte de conocer a otros de carne y hueso. Así llamo a quienes dejan todo para que nada les falte a los suyos, a esos que luchan pese a lo oscuro, a quienes piden perdón pese a la verguenza, a los que perdonan pese al dolor y quienes aman pese a los miedos...
Lograron convencerme que estaba hecho de atómos, de células y de un cuerpo, que tras la muerte todo se termina. Era más bello cuando me decías que éramos de sueños, que éramos risas, que éramos magia... El corazón se aliviaba al mirar el cielo, sabiendo que desde arriba, quien ya se había ido, cuidaba de mí desde la más alta estrella...
Jugar ya no es compartir. Ahora se lo llama competencia. Es cierto, me acuerdo cuando me lo enseñaste; si camina solo uno puede llegar muy lejos y más rápido, pero de la mano de un compañero se puede llegar más alto... y reír tanto en el camino...
Quiero que sepas que llegará el día en el que no existirá ese abrazo de mamá y papá en las noches de pesadillas.. Ese "no temas" que termina el llanto, esos brazos a los que escapar cuando todo se vuelve difícil... Pero aprendí que Dios me escucha, y que pese a que a veces el dolor se siente intenso, Él siempre está conmigo... Quizá me enojo cuando no me da lo que yo quiero... pero siempre me da todo lo que necesito para crecer.
Tal vez no sea fácil, querido niño. Tal vez este mundo no sea ese lugar tan perfecto que creímos alguna vez. Tal vez te queden miles de lágrimas por llorar... y se te romperá el corazón en pedazos una y otra vez. Te enojarás, gritarás, verás muchas injusticias, perderás a tus seres queridos y creerás que ya nada vale la pena...
Entonces de nuevo sentiras el amor, sentiras un abrazo, verás una nueva vida nacer... una puesta de sol... una flor, una esperanza.
No querría mentirte. La vida te derrumbará, el dolor estará. Pero, también saldrá el sol muchas veces para recordarte que ha amanecido... tienes elección. Puedes decidir qué hacer cada mañana. Puedes mover tu cuerpo, hablar, cantar, crear... puedes ser... puedes hacer... puedes hacer una diferencia.
Mientras sigas aquí, puedes aportar una estrofa en tu propia canción, puedes escribir una página de tu libro personal."
Daiana Odaia Slipak
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