¿Lunas o soles?

"¿Somos lunas o somos soles? ¿Tenemos luz propia o necesitamos de otros para brillar? Si una persona que no sabe nada de astronomía mira la luna por la noche, creerá que ella tiene luz propia. Sin embargo, esto no es así. La luna brilla por el reflejo del sol. La luna siempre está siendo influenciada por lo que la rodea. Depende de lo que el sol le envíe para determinar su fase lunar. Por eso a veces mengua, o está llena, vacía o resplandeciente. No tiene decisión propia en esto, sino que es afectada directamente por la acción del sol.
De la misma forma, existen las personas que creen que son felices cuando tienen cosas o personas, que "las alumbran". Y cuando esas cosas dejan de brillar, o no alumbran por decisión, pierden su capacidad de iluminar, se apagan, se deprimen, se oscurecen. ¡Es que confunden la verdadera luz interior con el reflejo externo!
Todos podemos ser lunas, o podemos ser soles. Somos lunas en tanto nos volvemos dependientes de algún reflejo externo para brillar: de un trabajo, de una relación, de un objeto.... si esto se aleja, desaparece, o lo perdemos, nuestra luz se ve disminuida. Esta felicidad no es cierta, no es intrínseca, no es duradera... es tan solo un reflejo externo. No es luz interior, pero se confunde con ella. Somos soles en tanto brillamos con luz propia y las cosas externas nos afectan, pero no determinan nuestro propio brillo personal.

Recuerda, dijo Menjak: el mayor desafío de la vida consiste en aprender a ser soles con luz propia, dedicados a iluminar a los demás..." Daiana Slipak.

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