"He comprendido algo asombroso, dijo Menjak. Muchos de los momentos más intensos de nuestra vida, tienen algo en común:
en todos ellos cerramos los ojos.
Cuando algo nos duele, de manera instintiva, cerramos los ojos.
También cuando amamos, cerramos los ojos. Cuando besamos, cuando hacemos el amor... Cuando pensamos profundamente... cuando rezamos a Dios...
¿Saben por qué?
En los momentos en los que algo nos duele, muchas veces pensamos que Dios nos ha abandonado. Al no encontrar alivio, creemos haber perdido el horizonte y dudamos si estamos bien parados. Para eso cerramos los ojos; para poder ver más lejos, para recuperar la perspectiva, para encontrar consuelo.
En los momentos en los que más amamos, sentimos la magia de la vida. Cerramos los ojos para congelar los momentos, para sentirlos más intensamente, para salir de nuestro cuerpo y encontrar el alma.
La orientación no está en la vista, dijo Menjak. Para encontrarse, uno debe cerrar los ojos. Siempre se ve mejor con los ojos cerrados, mirando dentro del alma y buscando en el corazón..." Daiana Slipak.
Seguinos en FB: Reflexiones de Menjak
martes, 9 de septiembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Dolor
La única forma de sanar el dolor es entendiendo que él vino a tu vida a traerte un aprendizaje. En el preciso instante en el que logramos en...

-
NO ME HE IDO. Cerca, bien cerca. Estoy... en algún lugar estoy. No puedes tocarme asi como no se puede tocar el amor... pero si puedes s...
-
"RECUÉRDAME Cuando veas que la rutina se apodera de mí, no me dejes terminar los días. Que no pasen sin intentar ser feliz, sin haber c...
-
"A Sísifo lo condenaron a un tremendo castigo... Tenía que subir todos los días una enorme piedra por una montaña. Cuando terminaba s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario