jueves, 11 de septiembre de 2014

Hábitos nocivos

"Muchas veces, cuando dejamos un hábito nocivo, una relación insana, un espacio que no nos hacía bien... nos sentimos peor que antes... 
¿Tienen idea por qué se produce esto? 
Les pondré un ejemplo; cuando una persona deja de fumar, inmediatamente comienza a toser. Si no tuviesemos consciencia de lo mal que produce el fumar, diríamos que la falta del cigarrillo está produciendo un daño en el organismo. Sin embargo, todos sabemos que no es así. Lo que ocurre es exactamente lo contrario...
De la misma manera, cuando dejamos de introducir en nosotros hábitos, personas o espacios que nos contaminan internamente, el cuerpo se hace fuerte para comenzar un proceso de limpieza espiritual. Un proceso que va desde lo más interno y profundo hacia lo más externo y superficial. Como la suciedad que está en el fondo del estanque, cuando uno desea limpiarla, es inevitable remover en ella y dispersarla, pese a que segundos antes el agua era de apariencia calma y limpia.
Ahora ya sabés...
Empieza el proceso de limpieza de tu vida. Quita de adentro (y de afuera) aquellas personas y cosas que no dejan fluir libremente tu aire.
Al principio puede que sea molesto...
Pero luego, agradecerás poder respirar mejor..." Daiana Slipak.

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