Y Menjak le contestó: Dios no castiga, ni recompensa. Dios funciona como una fuente de energía eléctrica. Si alguien coloca sus dedos en un enchufe, probablemente se electrocutará. Pero no podemos decir por ello que la energía es mala, o te ha castigado. Simplemente, la fuerza actúa de acuerdo a una Ley. Cuando las personas no comprendemos esta Ley, y actuamos contra ella, es cuando salimos lastimados.
Algunas de las Leyes Espirituales son simples de observar.
En primer lugar, en el mundo espiritual, lo similar se atrae. Atraemos a nuestras vidas, como espejos, personas que nos muestran lo que somos, lo que tenemos dentro, aquello que debemos trabajar y corregir. En segundo lugar, nuestras acciones tienen consecuencias, y recibiremos los efectos de aquello que hayamos hecho. Si dañamos, seremos dañados. Si damos amor, nos amarán. Si generamos acciones que lastimen a otros, daremos lugar a un "castigo" que no será ni más ni menos que un espejo karmático de aquello que hemos hecho mal en algún momento. A veces el tiempo entre el efecto y la consecuencia nos hace perder de vista esto... pero, siempre, absolutamente siempre, se termina aplicando la Ley del karma.
La próxima vez que sientas que la vida te golpea con una descarga eléctica, ten presente que probablemente responda a algun hecho equivocado del pasado. Pide perdón y esfuerzate por seguir mejorando. No existe el azar en el mundo espiritual. Todo está perfectamente determinado. Todo viene a enseñarnos algo que debemos aprender, todo fue configurado para cumplir un propósito existencial...". Daiana Slipak
Seguinos en FB: Reflexiones de Menjak
No hay comentarios:
Publicar un comentario