Otra vez la misma historia...

“Esta vez le llegó el turno a una joven. Ella le gritó: Otra vez la misma historia. Nuevamente me lastiman... 
Y Menjak le contestó: 
Nadie te lastima, vos lo hacés. Las personas que te rodean sólo vienen a representar el papel que se les ha adjudicado... 
¿Acaso no te has dado cuenta que tu vida es una repetición cíclica? Se reitera la misma situación, pero con actores diferentes. Prestá atención a las escenas… ¡Estás viviendo la misma película, una y otra vez!
A veces me dicen: “mis parejas siempre me golpean”, “siempre me dejan”, “siempre me cruzo con personas malas”, “siempre me pasa lo mismo”…. Siempre… siempre…
¡Siempre no existe! Tenés que entender esto. Siempre es hasta que vos cambies…. Ahí se termina la rueda, y se cambia la cinta.
Se repite la misma historia ya que uno tiene un dolor. Un dolor pasado. Un dolor que no se ve. Un dolor oculto, difícil de percibir por la consciencia. Se repite hasta que se aprende.
Y llega un día en que logramos intuir algo de esto. Ese momento es crucial en la vida. Nos damos cuenta que no podemos continuar del mismo modo. Si continuamos haciendo, una y otra vez, lo mismo, no podemos pretender resultados diferentes. Es importante que revisemos las escenas, y detectemos el conflicto. Sólo así podremos salir de nuestra posición de representantes de un libreto, para poder convertirnos en los escritores de nuestros propios guiones. En los escritores de nuestras vidas…” Daiana Slipak

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