Lanzar una flecha

“¿Sabés por qué antes de lanzar una flecha primero hay que tensarla en dirección a uno mismo? 
Antes de lastimar a otro, antes de atacar a otro, antes de juzgar a otro o antes de acusarlo, debemos primero pasar por nosotros mismos.
De esta manera, nos daremos cuenta que nosotros tampoco hemos sido perfectos, que hemos cometido errores, que nos hemos equivocado… 
Es por ello que tensamos la flecha apuntando a nuestro corazón.
Para que pasemos, a través de él, por nuestra propia introspección y aprendamos a no juzgar…
Recuerda, dijo Menjak, no existe persona en este mundo que no se haya equivocado. Todos somos seres imperfectos, haciendo nuestras vidas, del mejor modo que podemos. Al nacer nos han dado diferentes misiones y diferentes herramientas. No debemos juzgar al otro por sus carencias… ellas han sido parte del plan divino.
Cuando señales a alguien con un dedo, recuerda que otros tres están apuntando en tu dirección”. Daiana Slipak

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