jueves, 11 de septiembre de 2014

Nombrar el amor

"Hoy pensaba sobre el lenguaje erróneo que tenemos para nombrar al amor: 

Curiosamente, utilizamos la palabra "esposa/o" para designar a aquella persona que elegimos para crecer, desarrollar una familia y compartir nuestras más significativa experiencia de estar vivos. La esposa es una atadura... la esposa no nos permite libertad... la esposa es sinónimo de cárcel, de castigo, de error, de pérdida...

No digamos "mi marido", "mi mujer". No deberíamos referirnos a una persona como un ser que nos pertenece...

La palabra "te amo", tan románticamente utilizada, está extraída de un contexto de servidumbre. Amo era aquella persona a quién en la antigüedad (y en algunos casos presentes), se le debía servir.

Nos hicieron creer que el amor se trata de poseer. Dejemos de lado las esposas, los dueños, los "míos"... No vivamos el amor como una atadura. Para poder construir algo, las manos deben estar separadas. Si no hay espacio entre ellas, no se puede crear...". Daiana Slipak

Seguinos en FB: Reflexiones de Menjak.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dolor

La única forma de sanar el dolor es entendiendo que él vino a tu vida a traerte un aprendizaje. En el preciso instante en el que logramos en...