martes, 9 de septiembre de 2014

Enamoramiento

“Y una mujer le dijo: me he enamorado, pero ahora empiezo a ver cosas de mi pareja que no me agradan tanto… 
Y Menjak le contestó: Cuanto más conocemos a alguien, más sensibles nos volvemos a las diferencias. Te daré un ejemplo; Si probamos una copa de vino, y luego otra, seguramente no sabremos explicar mucho las diferencias, más allá de rasgos obvios, como si lo sentimos más dulce, menos dulce, etc. En cambio, un catador de vinos profesional, podría datar muchísima más información que nosotros sobre lo que está tomando. Lo mismo ocurre en los esquimales quienes ven 20 tonalidades del color blanco diferentes. De esto se desprende que, cuando uno se acostumbra a algo, se vuelve más sensibles a las diferencias.
En el amor pasa lo mismo. Lo que todo era de un mismo color cuando recién se conocían (color rosa), comienza a tomar nuevos matices. Ahora nos damos cuenta que quizá nuestro príncipe a veces es azul, pero otras veces es amarillo, verde, o rojo. Y este es el momento en el que descubriremos verdaderamente si el amor es real, o era fantasía.
Esto es parte normal del proceso, y corresponde a pasar de la etapa de enamoramiento a la etapa de amor. De hecho, la palabra enamora-miento, en su nombre nombra un engaño. El engaño de que el otro cumple con todas nuestras expectativas. Cuando nos dejamos de mentir, aceptamos y amamos al otro tal cual es, ahí es donde surge el verdadero y único amor”. Daiana Slipak

Seguinos en FB: Reflexiones de Menjak



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dolor

La única forma de sanar el dolor es entendiendo que él vino a tu vida a traerte un aprendizaje. En el preciso instante en el que logramos en...